Ingredientes básicos:- Una pizca de disposición; – Un chorrito de confianza;- Un manojo de atención plena y una tonelada de amor.
El alimento, además de ser el sustento esencial para vivir, resulta ser uno de los mayores placeres de los que disfrutamos los seres humanos, tanto para deleitar a nuestro propio paladar como para conquistar a través de la buena mesa a ese ser amado.
Y si vamos más allá de los placeres sensoriales, resulta interesante saber como a través del universo de la comida podemos conocer mejor la historia y costumbres de cualquier pueblo o nación del mundo que visitemos y que sea diferente de nuestra propia cultura.
Aquí va este post dirigido tanto a los que les apasiona la cocina, como a los que no, está dirigido hacia aquellos que deseen poner en marcha el Yoga en su cotidianidad, a través de la cocina consciente, donde muy seguramente van a amarla más o aprenderán a quererla cocinando de esta forma.
El yoga de la cocina empieza ahora. Con el primer ingrediente básico de disposición es el momento para decidir que vas a preparar; luego haciendo uso del ingrediente principal en esta clase de cocina que es el amor, comienzas a sumergirte en el momento presente de tu cocinar, abriendo tu mente, tu corazón, tus sentidos y tu respirar hacia este viaje de colores, aromas, sabores y sonidos en el que te embarcarás.
Toma los alimentos, siente su prana (la energía vital de la que también goza cada alimento), advierte la vida que hay en ellos, sintiéndolos con el tacto, percibiendo su propio aroma, su textura, su forma y todo aquello que te llegue de cada alimento a través de este sencillo ejercicio con los sentidos, y así, agregando ahora más confianza e intuición que tu propia razón, entrégate de lleno a esta mezcla de percepciones sensoriales y también acompañados de tu consciente respiración.
Ahora disponte a hacer uso de tu atención plena, para más que un simple quehacer cotidiano, hacer alquimia con los alimentos, momento en el que agregarás el resto de la tonelada de amor, disfrutando tanto de la pequeña acción de tomar el cuchillo, cortar una zanahoria, pelar una papa, limpiar la verdura o fruta, remover una salsa, y ajustar el fuego, como de servir el alimento desde tu total presencia y goce del ahora.
Ceremonia de la comida desde el comedor. Es el momento para tomar tu plato de comida. Obsérvalo, y permite que tus ojos se deleiten con toda la fusión de colores y formas que ves allí, agradece por el momento de estar allí, y por ese plato de comida que está puesto en tu mesa, sintiéndote bendecido, acogido y amado por el universo ante el alimento que hoy te brinda.
Ahora a través de tu corazón y todos tus demás sentidos bien abiertos y dispuestos, comienza a sumergirte en este festín de alimentos. Toma cada bocado, siéntelo, saboréalo, degústalo y mastícalo despacio. Haz pausas de vez en cuando, respira conscientemente, respira el alimento, y percibe si tu mente continúa enfocada en ese momento, en el sagrado acto del comer. Ahora simplemente sonríe, percibe, disfruta, y permítele también a tu mente que descanse en este plato de comida consciente.
REGALOS ADICIONALES QUE EL YOGA DE LA COCINA GUARDA PARA TI
La Cocina como un espejo de emociones: La cocina puede convertirse también en un fiel reflejo de cómo están tus emociones actuales, y tu mundo interno. Sin entrar a analizar, razonar ni juzgar, simplemente disponte a observar y percibir cómo manipulas cada alimento, repara si lo haces con rabia, ansiedad, tristeza o impaciencia, si tal vez lo haces con indiferencia y mecanicidad, o por el contrario, si lo estás haciendo con sutileza, detalle, atención o disfrute. Permítete este ejercicio consciente de observación interior, en donde puedes atesorar valiosa información desde tu templo culinario. Así, con una total disposición receptiva puedes llegar a reconocer lo que la cocina consciente te está mostrando, ya sea para aprender, para cambiar, para sanar o para transcender algo, con la certeza de que todo lo que te muestra y te refleja es una valiosa oportunidad para elevar tu nivel de consciencia.
Un espacio ideal para hacer Karma Yoga: Este espacio resulta ser una excelente oportunidad para poner a funcionar también el Yoga de la acción: “Karma Yoga” (conoce sobre este tema dando click a este link). Así que, a través de una intención profundamente desinteresada, y el simple querer de ir a un encuentro con el otro, demuéstrale tu afecto, amor y gratitud a un ser querido o especial, preparándole un plato amoroso desde los fogones mágicos de tu cocina consciente.
Más Yoga en tu cotidianidad: Permítete aprender desde el sagrado camino del disfrute en la cocina a degustar también de la vida con todos sus sabores: desde los más dulces y placenteros hasta los amargos, astringentes y ácidos, reconociendo como al igual que en la cocina, cada sabor de la vida es necesario, y que es precisamente en esa mezcla y fusión de sabores heterogéneos, donde encontramos el balance, el encanto y la gracia hacia cada oportunidad que nos trae la vida.
Que hagamos de cada momento de la vida un manjar vivencial, empezando por saborear nuestro exquisito presente. Gracias por leerme. Namasté.