Si bien es cierto que la voluntad y la disciplina pueden ser consideradas como grandes cualidades o virtudes, también lo es que se trata de aspectos que los seres humanos pueden desarrollar y adquirir en el camino a base de motivación, paciencia, compromiso y perseverancia.
En el contenido de este post te compartiré las principales prácticas y herramientas que me han permitido forjarme como una persona disciplinada y con fuerza de voluntad, las cuales a lo mejor también te podrán ayudar a conseguir tu firme propósito de ganar sentido de voluntad.
MIS GRANDES ALIADOS:
Ten clara la motivación:
Antes de emprender este proceso, es preciso que sepas para qué quieres tener disciplina y fuerza de voluntad?, es decir, qué es lo que te motiva o anima para querer ser disciplinado? Quizás porque sabes que sin duda esa destreza te ayudará a incorporar de manera más fácil el ejercicio, o que te servirá par ejecutar algún tipo de tarea o labor que te cuesta trabajo, porque es tediosa o aburrida? O porque podrás avanzar con mayor profundidad en algún estudio o aprendizaje? O simplemente porque tienes claro que la disciplina y la voluntad son vitales para activar tu poder de acción y tomar decisiones de manera más fácil?
Como ves tener claridad en tu motivación constituirá un gran aliado, sobre todo en esos momentos desafiantes en los que dudas y te es más difícil lograr eso que quieres, o cuando te impacientas porque no ves muchos resultados, así que la motivación sin duda alguna será clave para esos momentos porque te dará un nuevo impulso al sentir que vale la pena mantenerse y continuar en ese propósito.
La práctica de formar un hábito:
Ganar disciplina requiere sin duda alguna práctica y entrenamiento, y que mejor para hacerlo que a través del proceso de adquirir un hábito. Esto lo comprendí inicialmente luego de haber leído el libro el monje que vendió su Ferrari de Robin Sharman, donde en una de sus enseñanzas se hablaba del método de adquirir un hábito por 21 días. Recuerdo que en ese entonces fue ese tiempo de 21 días el que me fijé para dejar algunos hábitos que consideraba poco saludables, así como también para adquirir otros que consideraba favorables y acordes a un estilo de vida más sano. Posteriormente, fui incorporando prácticas de Kundalini Yoga con tiempos de 40 días, lo cual sin duda requirió más compromiso y desafío, lo cual me permitió afianzarme en ese poder de voluntad que por naturaleza todos llevamos dentro.
Si no has hecho estas prácticas antes, te invito a que las pruebes. Fíjate un objetivo en el que desees o bien dejar algo, o adquirir e integrar algún hábito en tu vida como: levantarte más temprano, hacer ejercicio, alimentarte mejor, leer más, ser más paciente, estar menos tiempo en las redes sociales, ver menos tv, etc…Cuando tengas claro tu objetivo, fíjate el compromiso de hacerlo durante 21 días, lleva un registro durante ese tiempo del proceso, y algo muy importante, ten paciencia y no desistas, pues si te costó un día hacerlo, o no lo hiciste, no pasa nada, continúa con ese compromiso y a tu propio ritmo hasta llegar a ese tiempo de 21 días inicialmente establecido. Este primer ejercicio con seguridad será un gran paso para darte más claridad en algo que quieres lograr, y para demostrarte que si puedes ir ganando firmeza y disciplina en lo que te propones.
Levantarse temprano:
Este fue uno de los primeros propósitos y objetivos que me fijé a la hora de incorporar un hábito, el cual, además de recibir los innumerables beneficios que levantarse temprano conlleva, puedo asegurar que me ayudó a ganar fuerza de voluntad, temple y disciplina, porque aunque no fue nada fácil hacerlo al principio, definitivamente fue un entrenamiento muy eficaz que me permitió forjar mi espíritu, y llenarme de ánimo y determinación para decidir saltar de la cama a la hora deseada y no preferir el confort de las cobijas.
Hábito del ejercicio:
Continuando con ese proceso de incorporar hábitos saludables, el hacer ejercicio con regularidad fue un propósito que me fijé desde hace un buen tiempo. Recuerdo perfectamente que me costó sobre manera, varias veces desistí porque no estaba acostumbrada al movimiento o esfuerzo físico, pero luego en la medida en que me mantuve en el propósito de este hábito con organización de tiempos y registro del proceso, mi cuerpo se fue acostumbrando al punto de quererlo y disfrutarlo. Hoy en día soy una persona que ama el ejercicio y sin duda alguna este hábito ya natural en mí, me ha fortalecido el carácter para ganar acción y disciplina frente a cualquier otro aspecto de los diferentes ámbitos de la vida.
Fortalecer y conectar con el poder del plexo solar:
Cada uno de nosotros está constituido a nivel energético por 7 fuerzas o centros que están distribuidos a lo largo del cuerpo. Estos centros o vórtices de energía son los llamados chakras, los cuales rigen nuestros niveles de consciencia, e influyen enormemente en el equilibrio, la salud y la armonía de nuestro cuerpo físico, mental y emocional.
A nivel de nuestro plexo solar, se encuentra el tercer centro de energía, y es allí donde debemos poner especial atención para trabajar y conectar con nuestro poder y fuerza de voluntad.
A grandes rasgos, algunas formas para mantener este centro activo y alineado son: Hacer ejercicio físico de abdominales, practicar los saludos al sol que enseña el Yoga; darse baños de sol con frecuencia durante la semana, o entrar en contacto con el elemento natural del fuego a través de meditaciones o rituales que incluyan ese poderoso elemental.
EL ENORME REGALO: EL PODER DE LA ACCIÓN
En la medida que vayamos desarrollando y cultivando nuestra gran fuerza interna de la disciplina y la voluntad, tendremos más claridad frente a nuestros propósitos de vida, y gozaremos de mayor capacidad de decisión, todo lo cual nos conducirá a asumir y expresar un enorme potencial: nuestro poder de acción, con lo cual ya no nos quedaremos solamente en tener intenciones o deseos, sino que a través de nuestro poder de acción que ya está activo, podremos dirigir la energía creadora para manifestar todo lo que deseamos en cada aspecto de nuestra realidad.