Cada uno de nosotros cuenta con uno de los poderes más grandes y sorprendentes que reside en nuestro interior: la RESPIRACIÓN.
Puede parecer un poco simple u obvio, pero no lo es, pues gran parte de los seres humanos lo desconocemos o simplemente aun sabiéndolo no lo utilizamos. Aunque respirar es lo más natural y esencial, respirar conscientemente puede llegar a ser un reto mientras se incorpora con la práctica, y se establece como un hábito, pero cuando esto sucede descubrimos el gran poder que hay en nuestro interior para equilibrar el cuerpo, la mente, las emociones y nuestro espíritu.
Antes de pasar a la práctica, te voy a citar unos cuantos beneficios del poder de la respiración consciente, ya que son innumerables, muchos de los cuales los irás verificando e integrando con tu práctica habitual.
- Calma y aquieta la mente
- Optimiza la salud general de todo el cuerpo
- Equilibra el sistema nervioso
- Ayuda a combatir las adicciones
- Permite entrar en meditación profunda
- Se aprende a vivir en el presente
Es hora de ir a la práctica:
La respiración larga y profunda involucra 3 fases: 1. La respiración abdominal. 2. La respiración torácica y 3. La respiración clavicular.
PARTE 1. RESPIRACIÓN ABDOMINAL.
Siéntate en una posición cómoda con la espalda erguida y estable. Cierra los ojos. Por unos momentos observa sin juzgar como estás respirando, si lo estás haciendo de forma corta o superficial…o tal vez de manera más lenta y profunda, solo observa y entra en contacto por un momento con tu respiración natural. (pausa)
Lleva tus manos sobre tu abdomen, y comienza a percibir su movimiento cada vez que inhalas y exhalas…. Ahora cuando inhales siente la expansión del abdomen imaginando que es un balón que se está inflando por la acción de la inhalación, concéntrate en este movimiento (pausa). Y ahora te vas a enfocar en la exhalación sintiendo como tus manos van hacia dentro y tu abdomen se hunde con el efecto de soltar el aire. Inhalas el abdomen se expande y se infla, exhalas el abdomen se hunde. Siente estos dos movimientos a través de tus manos.
Finalmente vamos a incorporar esta respiración profunda abdominal acompañada de un determinado tiempo para hacerla más larga y lenta. Y vamos a respirar en 3 tiempos: inhalamos en 1, 2, 3 exhalamos en 3, 2, 1. Continua a tu ritmo por 1 minuto. No fuerces la respiración, busca que sea cómoda y fluida.
Deja que tus manos descansen sobre las rodillas, respira normalmente, observando y sintiendo todo lo que percibas en tu cuerpo y mente después de haber experimentado esta clase de respiración profunda.
PARTE 2. RESPIRACIÓN TORÁCICA
Lleva las manos a los costados de la zona torácica (alrededor de las costillas). Comienza a conectar con tu respiración, y a través del movimiento de tus manos, cuando inhalas siente como las costillas de expanden desplazando las manos hacia afuera y cuando exhalas siente que las costillas se repliegan o cierran deslizando las manos hacia el centro, permitiendo que salga el aire (pausa). Verifica que no haya ninguna tensión en el cuerpo, cuanto más relajes, este movimiento se hará con mayor naturalidad y comodidad.
Ahora vamos a respirar en 3 tiempos: inhalamos en 1, 2, 3 exhalamos en 3, 2, 1. Continua a tu ritmo por 1 minuto.
PARTE 3. RESPIRACIÓN CLAVICULAR.
Comenzamos la fase de respiración clavicular. Para ello vas a situar tus manos en el centro del pecho, y vas a llevar toda la atención en esta zona. Con la inhalación siente que el pecho se eleva y se abre, con la exhalación permite que esta zona descienda y se coloque en su sitio mientras el aire sale. Relaja los hombros y las clavículas mientras respiras a través de este suave movimiento. (1 minuto)
PARTE 4. RESPIRACIÓN LARGA PROFUNDA
Estamos listos para incorporar la respiración larga profunda, integrando las 3 fases de respiración que hemos experimentado.
Vas a dejar una mano sobre el abdomen y la otra sobre el centro de pecho para sentir el movimiento completo. Al inhalar siente como el abdomen, la caja torácica y el pecho se expanden y al exhalar siente como el pecho desciende, las costillas se repliegan y el abdomen se hunde para que salga todo el aire.
Verifica que estés cómodo en la postura, y que no haya tensiones en el cuerpo, y recuerda que entre más relajado te encuentres, la respiración se hará más espontánea, consciente y profunda. (2 minutos)
Respira normalmente y por unos instantes percibe las sensaciones de bienestar generadas con esta práctica. Ahora ya puedes incorporar la respiración larga y profunda en cualquier momento del día, por unos cuantos minutos, cuantas veces lo sientas y desees.
Gracias por practicar conmigo. Namasté.