EL PLACER DE MADRUGAR

Convierte Tus Mañanas En Un Aliado De Poder.

Muchas personas me han preguntado: Por qué te gusta tanto madrugar? A lo que he respondido: porque es el momento más poderoso para conectar con la magia, y la energía sagrada del Universo. Si, aunque suene un poco poético, mi respuesta ha sido ésta.

Recuerdo que el momento concreto que me impulsó a tomar la decisión de levantarme de manera inicial a las 4:30 am, fue cuando leí el libro “El monje que vendió su Ferrari” de Robin Sharma, pues una de las grandes enseñanzas que inculcaba para gozar de una vida más plena, era adquirir el hábito de levantarse muy temprano. Fue ese el punto de partida para iniciar mi gran periplo al mundo de las horas de ambrosía.

Por supuesto que no fue nada fácil el inicio, ya que como cualquier cosa nueva que se desee aprender o incorporar, existe una primera fase de incomodidad o resistencia al cambio, y es en esa primera fase donde hay que valernos de nuestros poderes internos de la voluntad y la disciplina, para salir de nuestra zona de confort, que en este caso sería el quedarse en la cama y seguir durmiendo. Así que, para querer cumplir con mi meta, estuve dispuesta a salir de esos estados de comodidad para continuar con mi proceso de cambio.

Recuerdo también que cuando sonaba el reloj despertador a la hora programada, muchas veces salía victoriosa y me levantaba, otras veces fracasaba en el intento, sin embargo, manteniéndome constante y firme en mi propósito, poco a poco lo fui logrando, hasta que adquirí de manera definitiva e incluso placentera, el hábito diario de levantarme a las 4:00 de la mañana.

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Durante los 12 años que llevo levantándome tan temprano, he podido verificar que la energía de las primeras horas de la mañana es única, poderosa e irremplazable, porque es ahí donde más podemos armonizar y sintonizar entre la más alta vibración de energía cósmica y nuestra energía individual.

Mi Ritual mañanero

1. Lo primero que hago es saludar al amanecer y agradecer porque puedo estar en presencia del día naciente, contemplándolo, respirándolo y sintiendo su profunda y fresca energía, que me recarga y me impulsa a vivir el nuevo día.

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2. Conecto con mis intenciones principales para que ese día sea una oportunidad más para materializarlas y expresarlas, y ante todo para que independientemente de cómo resulte el día, me nutra de cada experiencia en consciencia, amor y gratitud.

3. Me dispongo a dedicar ese tiempo mañanero antes de iniciar la jornada del día, a través del cultivo de mi cuerpo, mente y alma con: Meditación, ejercicio físico y práctica de Yoga, con cuya mezcla vital me siento preparada, armonizada y dispuesta para recibir el día como una oportunidad más para sacarle todo el jugo y la exquisitez al regalo de una jornada más de vida.

Si a lo mejor estás pensando en querer hacer este cambio de rutina matinal, o te encuentras en el proceso de ello, quizás te puedan ser de gran ayuda los siguientes tips que me funcionaron a mí, para salir triunfante en el logro de este objetivo mañanero:

Trázate una meta en el tiempo a corto plazo: Un hábito se adquiere paulatinamente, por ello es importante que determines un periodo de tiempo corto que honestamente sepas que puede ser realizable de acuerdo con tus compromisos y estilo de vida.

Para darte una idea puedes comenzar con el firme  propósito de levantarte 15 minutos más temprano de lo usual, durante una semana. Si lograste hacerlo en ese tiempo, alarga tu meta a dos semanas más y así sucesivamente quizás hasta completar un mes.

Ahora bien, si tuviste dificultad en levantarte más temprano durante la primera semana, entonces vuelve a trazarte la misma meta de 1 semana. En síntesis, no busques metas más ambiciosas en el tiempo hasta que no hayas superado las fijadas al inicio de tu proceso.

Haz una retroalimentación periódica: Al llegar al mes hazte una sencilla auto evaluación acerca de lo que lograste y lo que se te dificultó. Estas sencillas retroalimentaciones son muy valiosas, pues por un lado te ayudan a fijar parámetros más reales para trazar tu siguiente meta en términos de tiempo y circunstancias, y por el otro porque el escribirlo puede llegar a ser una motivación al reconocer tus avances o logros por más pequeños o simples que hayan sido, pero que sin duda te ayudarán a sostenerte en tu propósito.

Ten claridad de el para qué quieres madrugar. Es importante qué sepas qué vas a hacer en ese tiempo que estarás dedicando a ti mismo, pero eso sí, procura que ese espacio sea para enriquecer tu mente, tu cuerpo y/o tu espíritu con actividades que contribuyan a ello: medita, lee, escribe, sal a caminar, realiza alguna actividad física o artística, en resumen: que las actividades que diseñen el ritual de tus mañanas sean para aprovechar la energía de esas horas más preciadas y vitales del día nada más que para ti, y para tu verdadero bienestar.

Lleva un registro diario: Escribe cada día la hora a la que te levantaste y quizás todo aquello que quieras registrar en torno a cómo te fue ese día. Este tip te facilitará hacer la retroalimentación mensual (a la que me referí en el punto número 2) de manera más fácil y detallada.

Duerme suficientemente bien: Teniendo en cuenta la hora que te has fijado de meta inicial para levantarte, prográmate para dormir el número de horas que de acuerdo con tu ciclo regular de sueño es el que necesita tu cuerpo para descansar suficientemente bien, en todo caso, si tu propósito final es el de levantarte bien temprano, ve enseñando poco a poco a tu cuerpo a acostarse menos tarde y más temprano de lo habitual. 

Mi consejo más importante: mantén la intención firme, focalizada y sostenida de adquirir el hábito de levantarte temprano. Como lo dije al inicio del post, un hábito requiere tiempo, se va adquiriendo poco a poco, así que no te permitas desistir de tu intención a la primera dificultad o incomodidad con la que te encuentres en el camino; que tu intención sea tan firme que estés dispuesto a asumir el salir de tu zona de confort. Y que con tu intención se sincronicen tus pensamientos. Para ello, algo que resulta muy útil es que focalices tu mente con algún tipo de afirmación o autodecreto diario como este:

Yo gozo del poder de levantarme cada día a las 5 amde manera libre, natural y cómoda. Dedicaré estas primeras horas de la mañana a la obtención de mi bienestar físico, mental, emocional y espiritual.

Repite este autodecreto o diseña el tuyo propio, en voz alta o mentalmente cada noche antes de ir a dormir; y lo más importante: siéntelo y créelo. El poder de la palabra goza de tal fuerza, que se convierte en un gran aliado para la creación en forma consciente. Adicionalmente, el poder del autodecreto  se vuelve un impulso para continuar y sostener tu intención cada día.

Da el primer paso!. Qué tal desde hoy? formula tu intención, traza tu plan de acción, acuéstate más temprano, y comienza a recorrer a partir de mañana tu aventura matinal, dejándote abrazar por la energía cósmica del día naciente.

Que cada mañana se convierta en un bálsamo de felicidad para tu cuerpo, tu mente y tu alma.

Gracias por leerme. Namasté.

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