“Karma Yoga es el camino de la acción desinteresada, de la acción dedicada a Dios”.
Bhagavad Gita (antigua obra sagrada de la India)
Este post es una invitación para que te aventures a experimentar una de las mejores formas de vivir el Yoga en tu cotidianidad: haciendo Karma Yoga, el Yoga de las acciones desinteresadas.
Qué es entonces el Karma Yoga? Es la realización de acciones desinteresadas a favor de otros seres, (abarcando aquí seres a todas las consciencias de la creación: personas, animales, plantas, y demás elementos de la naturaleza que forman parte de nuestra madre tierra).
Y por qué es desinteresada? Porque con esa acción no estás buscando nada a cambio, ningún tipo de retribución, ningún tipo de interés, beneficio o resultado para ti, haces esa obra o acción cuyo fruto sea para servir o dar bienestar a otros, entonces la realizas por amor a la misma acción u obra, estás en unión amorosa con esa acción, estás haciendo Yoga de la acción.
Se dice también que el Karma Yoga es un importante camino de práctica espiritual, ya que todo lo que se haga de manera desinteresada, desde una acción doméstica como lavar platos, hasta ejecutar una obligación propia del trabajo, es una forma de alimentar de más amor al Universo y a cada ser, siendo una vía para despertar más nuestra consciencia espiritual.
A grandes rasgos te comparto un ejercicio que me propuse hacer el año pasado para vivir más en mi día a día el Yoga de la acción. Lo llamé “el reto de realizar actos de amabilidad a una persona diferente por 7 días”, así que poniendo a funcionar mi creatividad, escogí a 7 personas desde un amigo y familiar, hasta aquellas con las que suelo interactuar en el día a día, e incluso algunas que fueron completamente desconocidas.
Las actividades involucraron hacer una llamada a un amigo lejano, enviar un mensaje de voz por whatsapp de afecto y cariño a un ser querido, realizar alguna actividad doméstica que le correspondía hacer a otro en casa, preparar un café sorpresa a un ser amado y dedicar esos minutos a tomarlo en compañía y conversación, tener detalles de agradecimiento con algunos trabajadores de la Unidad residencial en la que vivo, como también con el trabajador que me atendió esa semana en la que fui al Supermercado.
Puedo decir que aunque mi intención iba dirigida simplemente a crear acciones enfocadas en gestos de amabilidad y gratitud, al final recibí inevitablemente algo: mi corazón sonrió, mi alma se calentó de alegría y más amor con ese simple dar, con haber conseguido incorporar el Yoga de la acción en mi cotidianidad.
Cómo puedo entonces hacer Karma Yoga en mi día a día? Partiendo de una total disposición y apertura amorosa, sí que puedes emprender acciones tan simples pero tan significativas como estas:
- Regala una sonrisa y saluda a un vecino.
- Da un gesto cordial y amable a esas personas con las que durante el día has debido interactuar como un compañero de estudio o trabajo, el funcionario de un banco o de una tienda que te atendió, el conductor del transporte público, etc.
- Realiza acciones que expresen muestras de atención, afecto o cariño por alguien conocido o desconocido, como abrazar, prepararle una comida, o aminorarle la carga con la realización de una labor doméstica.
- Escucha con total atención y presencia a alguien que lo necesite y si es el caso da palabras de estímulo y apoyo.
- Forma parte de un voluntariado.
- Y por supuesto crea Karma Yoga en favor del cuidado y bienestar de nuestro planeta, generando más acciones que siembren huella ecológica como: reducir cada vez más el consumo de plástico, llevar bolsas de tela cuando se va a comprar al supermercado, reducir el consumo de carne, apagar las luces de la casa que no se estén utilizando, etc.
Pero recuerda, el truco o la magia de este Yoga está en la intención que le pongas a esa acción, y es esencial que esa intención no sea otra que realizarla desde el corazón, de manera totalmente desinteresada, si le pones nada más que amor, esa magia surgirá y estarás sumergido en el Yoga de la acción, la cual irá entonces dirigida no desde el ego, sino de alma a alma.
Y como fue abierto este post, lo termino con otro aparte de la inspiradora obra del Bhagavad Gita:
“ Haz tu obra en este mundo con el corazón puesto en lo divino y no en los frutos. No te inquietes por los resultados, mantén tu estado de ánimo independiente del éxito o el fracaso”.
No esperes más para dejarte impregnar de este bálsamo de amor del Yoga de la acción, el momento es ahora. Así que pregúntate y respóndete: Qué puedo hacer hoy en beneficio del mundo? De otros seres? De mi propio ser?
Gracias por leerme. Nos vemos pronto.